jueves, mayo 28, 2009

Viejas lecturas, nuevos amores

Releyendo una vez más el ejemplar ajado que tengo de "Noches Blancas" de Fiedor M. Dostoyevski (el prologuista de esta edición lo escribe Dostoievski, Fiodor Mijailovich... ¿será esta la verdadera forma de escribirlo?) me extraña pensar que puedo volver a fascinarme tanto por una historia que visité en tantas ocasiones, en tan distintas estaciones de mi vida. Me resulta un enigma, pero la atracción sigue y la relectura funciona como anclaje; de mi parte, del contrato entre escritor y lector, de mi parte, como adoradora voyeurista de un amor que no fue, para resemantizar una y otra vez estas líneas.
Encuentro el lomo del libro con solo alzar la vista y ya me tranquilizo. Son noches blancas aquellas, las que imagino cómo hacerlas negras. Y tomo el librito y releo y releo. Y tan solo me basta correr una página, donde todo toma significado, uno y otro, pero significa. Y entonces:

"¿O fue creado para estar siquiera un momento en las cercanías de tu corazón?". I. Turgenev.

Y vuelvo a pensar que la elección es pertinente, concisa y bella. Una y otra vez, también yo la elijo.

1 comentario:

elgalgo dijo...

fabuloso. y la frase de ivan, de las mejores. lindo el blog !!